surgió entre los años 1830 y 1880, aunque fue en el
siglo XVII cuando Robert Hooke describió por vez primera la existencia de las
mismas, al observar en una preparación vegetal la presencia de una estructura
organizada que derivaba de la arquitectura de las paredes celulares vegetales.
En 1830 se disponía ya de microscopios con una óptica más avanzada, lo que
permitió a investigadores como Theodor Schwann y Matthias Schleiden definir los
postulados de la teoría celular, la cual afirma, entre otras cosas:
• Que la
célula es una unidad morfológica de todo ser vivo: es decir, que en los seres
vivos todo está formado por células o por sus productos de secreción.
• Este primer
postulado sería completado por Rudolf Virchow con la afirmación Omnis cellula
ex cellula, la cual indica que toda célula deriva de una célula precedente
(biogénesis). En otras palabras, este postulado constituye la refutación de la
teoría de generación espontánea o ex novo, que hipotetizaba la posibilidad de
que se generara vida a partir de elementos inanimados.
• Un tercer
postulado de la teoría celular indica que las funciones vitales de los
organismos ocurren dentro de las células, o en su entorno inmediato, y son
controladas por sustancias que ellas secretan. Cada célula es un sistema
abierto, que intercambia materia y energía con su medio. En una célula ocurren
todas las funciones vitales, de manera que basta una sola de ellas para tener
un ser vivo (que será un ser vivo unicelular). Así pues, la célula es la unidad
fisiológica de la vida.
• Finalmente, el cuarto postulado de la teoría celular
expresa que cada célula contiene toda la información hereditaria necesaria para
el control de su propio ciclo y del desarrollo y el funcionamiento de un
organismo de su especie, así como para la transmisión de esa información a la
siguiente generación célula.